Huel era el capitán del equipo de pelota del barrio de Flores. Le daba todos instrucciones como “tenés que correr hacia ashá, y pegarle juerte para ashá”. En el equipo estaba Blito (el chiquillo de los chistes), Guidín( el chico lindo de los ojos claros) y otros más que no me acuerdo.
Blito estaba en el arco, ahi saltando hacia los costados, teniendo mucha atención de la pelota. Huel corría y corría y Guidín permanecía marcando a los del equipo contrario, mientras las chicas le gritaban piropos. Quiel miraba a sólo una de las chicas. Y se reía. Él siempre estaba feliz.
Ese día les tocaba jugar contra Fernet Atómico, un equipo del otro lado de la ciudad, de Quilmes.
En la orilla, les hacían barra Anti y Jilú, la francesa tierna y buena para reirse. Estaban e resto de las chicas que tomaban mates y conversaban de la vida.
En el primer tiempo jugaron casi iguales…de hecho, se empataron a un gol pero llegado el segundo tiempo Ensalada dió un vuelco. Los chicos corrieron, marcaron, apretaron..y qué creen?
2-1 si! 2-1 el marcador. Los chicos felices, las chicas contentas. Apareció el fernet, aparecieron los sánguches…y el resto de la tarde sólo fue disfrutar de las bondades argentinas , de la amistad y de recordar una y otra vez( una y otra vez) las jugadas que hicieron para llegar ahi.
Jajaja, genial…¡Volvé! Tenemos que ganar otra vez, y beber fernet y comer bondiola… ¡Ya me olvidé las jugadas de ese día como para seguir repitiéndolas!Beso, chauu.Guido.
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=)que gusto…! cuando comemos bondiolas y tomamos fernet? ahh?Un abrazo y de verdad muy buena onda todosMapapolachilena
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Que lindooooooo!!!!!!Gracias por el cuentito, ya me habia olvidado que esos chicos alguna vez ganaron un partido!BesoNahuel
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