le contó sus historias de calle y de okupas
como buen chamullero, le dijo varias caballerosidades,
el primer día que hablaron fue a darle un beso y ella lo trató mal
y le preguntó cuando ella se le negaba o se reía ¿acaso no me puedes gustar como mujer?
y se quedó a su lado acariciándole la espalda el día en que ella lloraba de dolor hasta que se quedó dormida
y le tocó serenata desde abajo
y le pidió abrazos, y le robó caricias